Angels

Ayer estaba leyendo una entrada en el blog de Grampa. Con algunas lágrimas en los ojos, le contesté sobre esos "mensajes de ultratumba" que nos llegan de nuestros seres queridos, cuidándonos y dejándonos claro que estan intercediendo por nosotros frente a Dios. Eso es algo de lo que estoy seguro. Dios es todo amor, y si hay alguien en su presencia (y estoy convencido que ahí están muchos de nuestros seres más queridos) no cesan de amarnos jamás, y por lo mismo creo que siempre estamos en sus intenciones.

Ayer la vida me dió un par de cachetadas. Recordé muchísimo a mi abuelo después de hablar con mi mamá, pues me di cuenta de que mi abuelo nos está cuidando todavía: mi hermano va a poder seguir estudiando donde está porque el viernes (justo el día en que se cumplía un mes de la muerte de mi abuelo), consiguió un nuevo trabajo mucho mejor pagado.

Me acordé también de Montse, y de la Torre en la Isla de Manx; y cómo sus amigos no la dejaron caer.

Cada vez estoy más convencido de que hay ángeles rodeándonos y algunos de ellos son nuestros seres más queridos, y que nos cubren siempre de amor, que nos protegen de los golpes más fuertes de la vida, y que nos ponen enfrente pruebas y oportunidades, ayudándonos a crecer y a ser más fuertes. A veces pienso que la muerte de un amigo o ser querido -aunque sí deja el vacío en la vida y en el corazón- se transforma con el tiempo en una bendición, pues nunca dejan de estar con nosotros. El alma es algo tan grande, un concepto que en nuestra limitada mente humana no alcanzamos a comprender, que no imaginamos el poder que tiene y lo que su cariño es capaz de hacer.

No me gusta creer en coincidencias. Díganme ciego, mocho, poco realista o esperanzado, pero creo y quiero seguir creyendo que existe algo más; que esta vida es sólo un paso y que el verdadero destino se encuentra del otro lado del velo, a través del túnel. Y me gusta creer que existe comunicación entre ambos "lugares". Lo que es más... estoy seguro.

Te quiero, abuelo. Y muchas gracias por todo.