Locura.
La película es una locura, no sólo por los villanos, sino por sí misma. Es una locura la cantidad de acción que existe. Una locura la cantidad de explosiones. Es una locura que las actuaciones sean tan buenas: Bale (Batman) es totalmente creíble, Caine ES Alfred, Gyllenhaal es fuerte y sexy, Oldman es invisible... brillante, y no hay palabras para Eckhart que pisoteó a Tommy Lee Jones (he de decir que Jones no tiene nada de que orgullecerse con su papel de Dos-Caras).
Pero es un hecho que la pantalla le pertenece al Joker (Guasón). Heath Ledger no actuó: se transformó en un ser sin consciencia, sin remordimientos y sin interés en nada más que en la violencia y la anarquía. Es un personaje extraordinario, terrorífico e inesperado... y además con un tinte cómico (no esperen un payaso matando y haciendo bromas). Es genial. Con esta actuación Ledger dejó claro que no tiene nada que pedirle a cualquier otro actor con más estatuillas en su repisa -ehem... Nicholson-, y le da el coup-de-grace a cualquier otra representación del payaso del crimen.
Y luego salí del cine, aún con el corazón en la garganta. Todavía la adrenalina corriendo por mi cuerpo gracias al miedo que genera el Joker. Y frente a mí... una imagen -ya conocida- de un payaso vestido de morado, dibujando una sonrisa con sangre y una frase...
"Why so serious?"
1 comentario:
Definitivamente no sólo una locura, si no una excelente historia. De principio a fin te tienen al borde del asiento y el soundtrack es:
M A R A V I L L O S O.
Definitivamente el Oscar se lo merece Ledger y también ser recordado por representar tan bien a este oscuro personaje.
¡Yo no me canso de verla!
Saludos y un abrazo
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