jueves, 29 de mayo de 2008

Broken

La vida es una ironía completa.

Hoy, hasta hace 5 minutos estaba súper contento porque había ido a la Comercial Mexicana a comprarme una película que quería desde hace mucho. Encontré una pila de filmes a tan solo $92 en "la Comer" y entre ellas se encontraba 300, la adaptación de la novela gráfica de Frank Miller. Le traía ganas desde hacía tiempo, pero comprenderán que el precio me impidió adquirirla más temprano.
En fin, estaba a punto de escribir sobre eso... y sólo sobre eso, cuando mi madre me habló por teléfono a la oficina y me pasó el reporte radiopasillo de que mi abuelo Rafael (el que tiene Alzheimer) se rompió la cadera. Y lo peor de todo es que por la edad y el cigarro y todo ya nunca va a recuperarse y se quedará en silla de ruedas lo que le queda de vida.
Mi abuelo era un hombre que nunca se podía quedar quieto. Se la vivía caminando, dando vueltas por la casa y no podía estarse sentado más de un minuto (excepto en las horas de comida, y aún en ellas se paraba a cada ratito como niño chiquito). Su alma es de un pequeño que desea aprender todo del mundo, y ahora esa alma estará atrapada en un cuerpo inútil amarrado a un artefacto con ruedas y con limitación de movimiento.
Estoy feliz porque por fin la vida me sonrió un poquito, estoy triste porque la llama de mi abuelo se apaga lentamente.
La vida es una ironía. Totalmente.

1 comentario:

Montse Guada dijo...

Pues es una ironía... pero la vida es así. Este ajedrez vital es una danza en la cual la ironía te toma entre sus brazos muchas veces.

Pero son instantes que se recuerdan... o permanecen en el fondo del alma.

Todos nos vamos apagando lentamente... y lo que mejor podemos hacer es vivir cada momento con intensidad.

Te quiero mucho y te mando un beso.

P.d. Cualquier cosa que necesites... estoy para apoyarte.