Cada día que pasa me convenzo más y más de que los gringos son pendejos. Y lo siento mucho porque reconozco muchas de las cosas positivas que hacen en el gabacho, pero después de que se entera uno de las mamadas que hacen allá "arriba" está cabrón.
Leí hoy una noticia publicada por AP la semana pasada. Resulta que a los tejanos se les ocurrió encarcelar 35 años a un güey por escupirle a un policía. ¡Chale! Cuando empecé a leerlo, me dije que se me hacía una exageración pero bueh... si el tipo este -según lo que decía el artículo- era reincidente en violencia y en resistirse a arrestos, uno pensaría que tal vez había razón. El problema vino cuando llegué al renglón donde afirmaban que la razón del encarcelamiento y la prisión tan larga fue porque el fulano tiene VIH y, citando -y traduciendo- a la fiscalía, "utilizó intencionadamente su saliva como un arma letal".
¡No mamen! Estamos en el siglo XXI. El SIDA se descubrió hace años, y los estudios siguen. Ok, ok. No se ha descubierto una cura (al menos no una que estén dispuestos a compartir), pero es una mentada de madre que se discrimine así a la gente. Tal vez yo también le habría escupido al policía si yo estuviera borracho o si él me hubiera inslutado, y me valido un cacahuate si tenía yo SIDA, cáncer o el patatús. Me impacta y ofende sobremanera que se abanderen con estandartes de democracia, unidad, igualdad y blabla; y a la mera hora sean los pendejos más discriminadores y con poco sentido de la igualdad entre los seres humanos.
Ya sólo falta que salgan con una fumada fascista de que la "raza gringa" es la más chida (¿cuál puta raza?). Me queda bien claro que, aunque sean una potencia mundial (... sorry... país desarrollado... ¡bah!), su falta de cultura y de sentido común compensan todo. Prefiero la educación en México, con todo y sus errores, huelgas y carencias, a la educación cero humanista que tienen los gringos.
Mientras tanto, les pido a todos esos gringos carentes de criterio y compasión humana que vayan a checar su mail.
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