lunes, 8 de diciembre de 2008

Let's Fetch the Carriage

No tienen la menor idea del shock que me provocó mi hermano el sábado. Imaginen ver llegar el carro de un tío -donde, alegadamente, viajaba el otro hijo de mi madre-; observar cómo se detiene y estaciona; ver, con mucho gusto, a los primos con los que hace tiempo no hay contacto; y vislumbar al bodoque (léase "el hermano") bajar de la SUV con otro bodoque -a quien yo nunca había visto"- en brazos.

No tiene precio.

No es de él, sino de su novia.

Súmenle, por supuesto, los comentarios poco prudentes de mi progenitor insertados en los momentos más incómodos, y la entrega del bodoque a la madre de éste en metro Rosario; y tenemos un fin de semana lleno de primeras impresiones. Primeras impresiones bastante extrañas, por cierto.

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