Es cierto que, desde ya hace algún tiempo, la venta de CD's y otros formatos "físicos" de música se vieron desplazados por la aparición de los formatos digitales: mp3, m4e, wma, etc. Y es cierto también que la mayoría de nosotros estamos familiarizados con las historias de los conflictos legales por los programas p2p (peer to peer, transferencia de usuario a usuario), como el del renombradísimo Napster.
Es un hecho también que -sobre todo aquí en México- los programas p2p como Ares, Limewire y otros, además del protocolo de transferencia bit-torrent (para "bajar" discografías completas), se han vuelto en extremo populares.
Estos fenómenos han cambiado la forma en que se escucha y se comercializa la música ahora. Los artistas ahora reciben cada vez menos certificaciones (oro, platino, diamante) por sus trabajos de grabación y se han visto obligados a encontrar otras formas de ganar dinero.
Esto no necesariamente es malo per se. La industria musical se ha revolucionado y eso es todo. Además, hasta hace algún tiempo yo alegaba -apoyando los p2p- que no era justo verse obligado a comprar todo un disco cuando lo único que te interesaba era una o dos canciones de éste. Y, en mi humilde opinión, tenía razón en ese momento con que la industria musical buscaba exprimir los bolsillos de los consumidores. Pero eso empezó a cambiar.
En los Estados Unidos inició la venta, a través de internet, de canciones y discos en formatos digitales. Apple Inc. aumentó su capital a través del ya famosísimo iTunes. ¡Pero en México era inútil!
Me entró una paranoia con respecto a los p2p. Me empezó a azuzar la consciencia, pues a final de cuentas sí es un tipo de piratería, pero seguí con mi alegato, porque en México no era posible adquirir una canción o dos: había todavía que comprar los discos completos, y en formato físico. Intenté en muchas ocasiones adquirir música a través de iTunes o Amazon, pero me fue imposible. Simple y sencillamente no se podía. Además, estos programas, de manera general, no sólo transmiten los archivos sino que, con frecuencia, también provocan que el usuario incurra en riesgos para su computadora: virus, hackers, "gusanos" y otros peligros cibernéticos
Eso fue hasta que me encontré con mi nuevo celular, con el que tengo un año de descargas gratis a través de Nokia Music Store. Pero tiene una enorme desventaja: todas las canciones están codificadas y únicamente las puedo escuchar en mi computadora personal y en el celular Nokia. Sin embargo es el que utilizo mayoritariamente ahorita, gracias al beneficio de ser "gratis".
Poco después descubrí también Mixup Digital y, aunque nunca he adquirido nada ahí, descubrí que, por fin, la revolución musical había alcanzado México. Pero no entendía cómo era posible que iTunes o Amazon -las más empleadas en los Estados Unidos- no hubieran incursionado en México. En especial porque el catálogo musical de iTunes -al menos en cuanto a la música "del mundo", siempre fue más amplio que el de Nokia o Mixup. Había estado buscando varias canciones en las tiendas de México y nunca los hallé.
Eso cambió hoy para mí. Descubrí que el "Contrato de Licencia" de iTunes había cambiado y adquirí dos canciones que no había encontrado en otros lugares. Y por pura curiosidad, entré a Amazon y me encontré con que Amazon mp3 ya tenía acceso al ciberespacio mexicano. Francamente la ventaja la tiene iTunes, en mi opinión, pues el programa para escuchar la música en la computadora -o transferir los archivos a un iPod- ya está muy difundido en México. La ventaja que posee Mixup es que el precio es menor (de $12 en iTunes a $10 en Mixup, por canción).
No lo voy a negar. Sí he "p2p-ado" varias canciones -de hecho, un disco completo. Pero es por la única razón de que no está disponible en México (y juzgando por el tiempo que ha estado a la venta, no creo que lo esté tampoco). Pero he limpiado mi computadora de piratería y estoy disfrutando los beneficios de la nueva era musical.
¿Qué tal ustedes?
Es un hecho también que -sobre todo aquí en México- los programas p2p como Ares, Limewire y otros, además del protocolo de transferencia bit-torrent (para "bajar" discografías completas), se han vuelto en extremo populares.
Estos fenómenos han cambiado la forma en que se escucha y se comercializa la música ahora. Los artistas ahora reciben cada vez menos certificaciones (oro, platino, diamante) por sus trabajos de grabación y se han visto obligados a encontrar otras formas de ganar dinero.
Esto no necesariamente es malo per se. La industria musical se ha revolucionado y eso es todo. Además, hasta hace algún tiempo yo alegaba -apoyando los p2p- que no era justo verse obligado a comprar todo un disco cuando lo único que te interesaba era una o dos canciones de éste. Y, en mi humilde opinión, tenía razón en ese momento con que la industria musical buscaba exprimir los bolsillos de los consumidores. Pero eso empezó a cambiar.
En los Estados Unidos inició la venta, a través de internet, de canciones y discos en formatos digitales. Apple Inc. aumentó su capital a través del ya famosísimo iTunes. ¡Pero en México era inútil!
Me entró una paranoia con respecto a los p2p. Me empezó a azuzar la consciencia, pues a final de cuentas sí es un tipo de piratería, pero seguí con mi alegato, porque en México no era posible adquirir una canción o dos: había todavía que comprar los discos completos, y en formato físico. Intenté en muchas ocasiones adquirir música a través de iTunes o Amazon, pero me fue imposible. Simple y sencillamente no se podía. Además, estos programas, de manera general, no sólo transmiten los archivos sino que, con frecuencia, también provocan que el usuario incurra en riesgos para su computadora: virus, hackers, "gusanos" y otros peligros cibernéticos
Eso fue hasta que me encontré con mi nuevo celular, con el que tengo un año de descargas gratis a través de Nokia Music Store. Pero tiene una enorme desventaja: todas las canciones están codificadas y únicamente las puedo escuchar en mi computadora personal y en el celular Nokia. Sin embargo es el que utilizo mayoritariamente ahorita, gracias al beneficio de ser "gratis".
Poco después descubrí también Mixup Digital y, aunque nunca he adquirido nada ahí, descubrí que, por fin, la revolución musical había alcanzado México. Pero no entendía cómo era posible que iTunes o Amazon -las más empleadas en los Estados Unidos- no hubieran incursionado en México. En especial porque el catálogo musical de iTunes -al menos en cuanto a la música "del mundo", siempre fue más amplio que el de Nokia o Mixup. Había estado buscando varias canciones en las tiendas de México y nunca los hallé.
Eso cambió hoy para mí. Descubrí que el "Contrato de Licencia" de iTunes había cambiado y adquirí dos canciones que no había encontrado en otros lugares. Y por pura curiosidad, entré a Amazon y me encontré con que Amazon mp3 ya tenía acceso al ciberespacio mexicano. Francamente la ventaja la tiene iTunes, en mi opinión, pues el programa para escuchar la música en la computadora -o transferir los archivos a un iPod- ya está muy difundido en México. La ventaja que posee Mixup es que el precio es menor (de $12 en iTunes a $10 en Mixup, por canción).
No lo voy a negar. Sí he "p2p-ado" varias canciones -de hecho, un disco completo. Pero es por la única razón de que no está disponible en México (y juzgando por el tiempo que ha estado a la venta, no creo que lo esté tampoco). Pero he limpiado mi computadora de piratería y estoy disfrutando los beneficios de la nueva era musical.
¿Qué tal ustedes?
1 comentario:
Y de acuerdo con lo que investigué, podría decirse que tuve la primicia de lo de iTunes. ¡Me dí cuenta el mismo día que el acceso en México se dio de alta!
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